La formación virtual es una herramienta vital para la educación actual. De hecho, hoy en día se practica, más allá de los cursos online, también a través de nuevas técnicas que incluyen la creación de asistentes virtuales e incluso el añadido de la realidad virtual en clase.
Por eso, porque sabemos que la creación de ambientes virtuales de aprendizaje y la formación a distancia son el futuro de la educación, consideramos necesario explicar cómo es el presente de este conjunto de técnicas y hacia dónde se dirigen en los próximos años.
La formación virtual
Buena parte de la formación virtual se imparte a distancia, por lo que cualquier persona que necesite mejorar sus habilidades y conocimientos, a través de cursos online, puede aprender y ampliar horizontes desde casa con una serie de ventajas notables.
Ahora bien, también entendemos la formación virtual desde un punto de vista aplicativo en el aula. Para ello, se usan herramientas como asistentes y equipos de realidad virtual que mejoran la experiencia y amplían la capacidad de aprendizaje del alumno desde un punto de vista más inmersivo, dando protagonismo notable al estudiante, que es protagonista de su propio desarrollo.
Beneficios
Dicho esto, es obvio que entramos en el aspecto de reseñar los beneficios que se obtienen con la aplicación de ambientes virtuales de aprendizaje. Por ejemplo.
Aprendizaje en remoto
Ofrece muchas ventajas:
- Flexibilidad: a nivel horario, será el alumno el que se organice según sus necesidades y posibilidades personalizando la experiencia.
- Ritmo: el estudiante aprende a su ritmo, según sus necesidades, sin prisas, creando su propio horario.
- Gestión del tiempo: todo esto implica que el alumno gestiona el tiempo según su gusto o sus posibilidades de forma responsable.
- Personalización: así pues, es obvio que se logra un nivel de personalización del proceso formativo que roza la excelencia.
Aprendizaje en el ambiente del aula
Además, al crear en el aula ambientes virtuales de aprendizaje, también se obtienen beneficios importantes en el nivel formativo del alumnado. Algunos de los más interesantes son:
- Experiencia inmersiva: se puede conseguir que el alumno no solo sepa qué es algo como un número o un lugar, también lo verá casi como si lo tuviera delante.
- Protagonismo: el alumno se convierte en un actor activo de su propia formación. En lugar de escuchar pacientemente la lección, su figura cobra mayor protagonismo, es más participativa y, sobre todo, más personalizada y adaptada a las necesidades de cada estudiante. Se convierte en el centro de toda acción.
Experiencias en ambientes virtuales de aprendizaje
La formación virtual aplicada al entorno de una clase ya es una realidad. Aunque todavía no está implantada en todas partes y con todo el peso y protagonismo que merece, sí que podemos encontrar diversos centros por el mundo que la aplican en diversas formas. Por ejemplo:
1. Hablar en público. No es sencillo que los alumnos hablen en público y lo hagan bien. Muchos sienten vergüenza, otros son tímidos o no se expresan con claridad. Por eso, la realidad virtual les permite practicar en entornos controlados simulando discursos ante una audiencia amplia ofreciendo experiencias inmersivas muy productivas.
2. Viaje virtual. Otra opción para estudiantes de Geografía, Historia y otras materias de corte social. Gracias a la realidad virtual, el estudiante puede viajar a esos lugares que son objeto de su aprendizaje. Con estas experiencias inmersivas entiende mejor la idiosincrasia de la Antigua Roma, la filosofía de la Grecia clásica o la forma de vida en entornos alejados de su ambiente habitual.
El uso de asistentes virtuales en el aula
El uso de asistentes virtuales en el aula ha ido ganando popularidad en los últimos años por diversos motivos, todos ellos positivos.
Recordemos que, en la actualidad, los alumnos son nativos digitales. Es decir, prácticamente desde su nacimiento, con apenas unos años, manejan smartphones con soltura, conocen los ordenadores y están acostumbrados a las últimas tecnologías.
Si tomamos como ejemplo cualquiera de estos alumnos y luego lo trasladamos a un aula que no usa tecnologías, no solo se desubica, siente que está desaprovechando el tiempo y que su formación es poco motivadora.
Por eso, dado que el tecnológico es casi como un lenguaje nativo para ellos, añadir a las clases elementos como la inteligencia artificial, asistentes virtuales y tecnologías logrará que los alumnos se impliquen más y mejor, dado que el proceso se personalizará y se adaptará a las necesidades de cada uno de ellos.
Aprovechando el asistente virtual en clase
¿Cómo se puede usar el asistente virtual en una clase? Al igual que la realidad virtual, estos equipos de inteligencia artificial son muy aprovechables en el ámbito del aula. Veamos algunos ejemplos.
Puedes pensar en un asistente tipo Google Assistant, Siri o Alexa. ¿Realmente son interesantes en el entorno escolar? Sí, por un motivo. Porque son eficientes, por ejemplo, en el aprendizaje de idiomas.
Expertos como Joshua Underwood, especialista en formación de formadores del British Council, han analizado el uso de estos equipos y han demostrado que son excelentes apoyos para el profesor en el aprendizaje del idioma extranjero, logrando que el proceso formativo sea más divertido, motivador y productivo a largo plazo.
Pero existen otras aplicaciones de la formación virtual a través de asistentes en el ambiente escolar. Se pueden personalizar miles de firmas educativas para el apoyo en la enseñanza de decenas de materias, como el desarrollo de capacidades matemáticas, sociales, etc.